Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU
Los gobiernos de Quebec y Canadá se han comprometido a hacer cumplir y a respetar los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para todos los niños* de Quebec y Canadá. *Se considera como niño toda persona menor de 18 años.
- La no discriminación: todos los niños gozan de derechos, sea cual sea su raza, color de piel, sexo, idioma, religión, situación de sus padres, etc.
- El interés y el bienestar de los niños deben considerarse en todas las decisiones que les conciernen: se debe atender a sus necesidades específicas y respetar sus derechos.
- El derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo, incluido el desarrollo mental, emocional, cognitivo, social y cultural.
- La participación: debe tenerse en cuenta la opinión de cada niño ante las decisiones que le conciernen.
El derecho a jugar, a expresarse y a hacer valer su voz, a ir a la escuela y a estar protegido contra la violencia.
En Canadá y en Quebec, los padres pueden castigar a su hijo bajo ciertas condiciones. Estos son algunos ejemplos de castigos permitidos: prohibición de salir con amigos, prohibición de ver la tele o de navegar por Internet.
Las reglas del Gobierno son muy estrictas si un padre utiliza un castigo corporal o todo tipo de fuerza física. La fuerza utilizada por el padre con un castigo corporal debe ser razonable. Si no se respetan estas reglas, podría conllevar una denuncia a la Dirección del bienestar juvenil (Directeur de la protection de la jeunesse, DPJ) o, incluso, acusaciones criminales.
Los siguientes castigos no están permitidos en Canadá, sean cuales sean las circunstancias:
- Castigo mediante objetos como un cinturón o una regla
- Castigo que pueda provocar alguna herida
- Bofetadas y golpes en la cabeza
- Tratos degradantes o inhumanos
- Cualquier castigo corporal a un niño de menos de 2 años
- Cualquier castigo corporal a un adolescente
Cada región de Quebec tiene una Dirección del bienestar juvenil (Directeur de la protection de la jeunesse, DPJ). La DPJ y su equipo prestan asistencia a un niño y sus padres, según el interés del menor y respetando sus derechos. Su intervención debe tener por objetivo poner término a la situación que amenaza la seguridad o el desarrollo del niño y evitar que vuelva a producirse esta situación.
La DPJ presta asistencia principalmente en aquellas situaciones en que el menor:
- ha sido abandonado;
- es víctima de negligencia;
- es víctima de malos tratos psicológicos;
- es víctima de abusos sexuales;
- es víctima de abusos físicos;
- lidia con graves trastornos de conducta;
- está expuesto a un riesgo grave de ser víctima de negligencia, abusos sexuales o abusos físicos.
La mayor parte del tiempo, estas situaciones se denuncian por teléfono a la DPJ. Es lo que se conoce en francés como «signalement». La denuncia es obligatoria para que la DPJ pueda evaluar la situación y las condiciones de vida de un menor.